La próxima vez que te sumerjas en el vasto mundo de las redes sociales, recuerda que no solo estás compartiendo momentos de tu vida, también estás proporcionando valiosa información que las plataformas utilizan para conocerte mejor de lo que podrías imaginar. Nuestros perfiles en línea son como un espejo digital de nuestra personalidad, gustos y deseos. Por lo tanto, es fundamental reflexionar sobre lo que compartimos y cómo lo compartimos. Al final del día, nuestras acciones en la red tienen un impacto profundo en la forma en que las empresas nos ven como consumidores. ¡Así que sigue navegando en línea, pero hazlo con la conciencia de que estás escribiendo tu propia historia digital!

 

 

 

En el mundo digital de hoy, nuestras vidas trascienden el espacio físico y se expanden a través de nuestras identidades en línea. Cada «me gusta», comentario, búsqueda y publicación que realizamos en las redes sociales construye un perfil que refleja nuestra personalidad, gustos, y mucho más. ¿Cómo es posible que las redes sociales lleguen a conocernos tan profundamente? La respuesta está en la magia de la información. En esta entrada, exploraremos cómo nuestras actividades en línea, aparentemente insignificantes, crean un perfil digital que es esencial para la economía de datos.

 

Así como un familiar, amigo, maestro, colega puede describirnos como somos físicamente y psicológicamente, nuestro perfil en red social nos describe on line.

 

Nuestro perfil define quienes somos y lo que nos gusta, o disgusta, nuestras creencias religiosas, ocupación, ideología, las causas por las cuales luchamos.

 

Seguramente te preguntarás: ¿Cómo pueden saberlo? Es mágico, la clave la información: lo que compartimos, creamos, consumimos en la red son los datos suficientes para conocernos en profundidad.

 

Muchos pensamos que las redes sociales elaboran nuestro perfil en base a los siguientes datos: dirección de correo electrónico, nombre, un nick, una imagen, lugar de residencia,
edad, entre otros. Pero eso es solo una parte.

 

Nuestro perfil puede incluir datos acerca de qué pensamos y son complementarios como por ejemplo: gustos, hobbies, opiniones.

 

Debemos reflexionar sobre lo siguiente: Nosotros somos el producto en venta, que pagará el mejor postor. Con los datos suministrados en nuestros perfiles en las redes sociales,  éstas crean un patrón de gustos y tendencias, acertando claramente y con precisión, en nuestros posibles consumos.

A través de nuestros perfiles las redes pueden determinar que nos gusta y los
productos que estamos dispuestos a comprar; en otras palabras qué buscamos o deseamos,
pueden predecir que adquiriremos e inclusive que nos hará falta; sí, lo saben, tiene un equipo de profesionales y de herramientas sofisticadas “software” que hace
ese trabajo.

 

Los datos suministrados a la hora de registrarnos en una red social son tan solo la
punta del iceberg: son los link que consultamos, los “Likes” que hacemos, las
palabras que colocamos en los buscadores, las personas que son nuestros amigos, los videos que subimos o vemos en tiktok, youtube, nuestros “Twit”, las personas que seguimos y que nos siguen, las fotos y comentarios que hacemos de estas, y mil cosas más, los datos que sin darnos cuenta
ponemos a la disposición de las redes.