Por fin llegó el día. ¡Nuestros hijos vuelven a las aulas!

No puedo negar que siento un gran alivio. Sea como sea esta es una oportunidad para que ellos/ellas se reencuentren con sus compañeras/compañeros y docentes; y que de alguna u otra forma puedan establecer una nueva rutina.

En muchas escuelas, colegio e institutos la situación es de una normalidad excepcional. Han retomado sus actividades, pero con un abanico de opciones que van desde una dedicación presencial total o parcial, a 100% teleformación.

Indistintamente de la modalidad que se esté implantando todas incluyen una carga online.

Pero nuestra responsabilidad como padres y docentes no varía:

Debemos asegurar que nuestras hijas/hijos aprendan de la mejor forma posible, maximizando sus capacidades y talento creativo.

En este documento además queremos aportar algunos tips y consejos para hacerlo de forma confortable y segura.

Consejos de seguridad online

Sabemos que durante el confinamiento nuestros hijos/hijas y alumnas/alumnos pasaron mucho, pero mucho tiempo online: aprendiendo, jugando, compartiendo y creando.

Teléfonos, tabletas y consolas de videojuegos solían pasar tiempo recalentadas y se agotaban en un dos por tres las baterías. Las compras de cargadores y accesorios se dispararon en sitios web como Amazon. 

Ahora es el momento de volver a retomar las normas y pautas pre-COVID-19.  Es hora de establecer límites saludables y aprender (o repasar) acerca de los riesgos de estar online. 

Algunas recomendaciones y experiencias para ayudar a a nuestras hijas/hijos en el regreso a la escuela.

1. Establece acuerdos y controles para limitar las distracciones. 

Recuerda que las claves para el mejor control parental son la confianza y la buena comunicación. Y para reforzar, en el mercado existen una gran variedad de recursos y Apps, la mayoría de pago.

Para comenzar activa el filtro de contenidos de Google.

2. Incluye la Mediación Parental y un contrato de uso de los dispositivos

La mediación parental es un recursos creado y consensuado en familia, que puede incluir un contrato escrito. Os invitamos a crear un conjunto de reglas para utilizar los dispositivos ahora que retomamos las actividades escolares. En este documento debemos incluir lo que podemos o no hacer durante el tiempo online de clase. Crear un contrato escrito, utilizando para ello una herramienta creativa como “Piktochart” es una excelente idea.

Las publicaciones realizadas en Piktochart.com pueden publicarse online  o bien imprimirse y colocarse en un lugar visible en casa. 

El contrato es una herramienta que puede ayudar a poner en sintonía a toda la familia sobre cómo aprovechar al máximo los recursos tecnológicos y acceso a internet disponibles en casa. También debe incluir un horario y responsabilidad de uso. 

El contrato de uso de los dispositivos electrónicos es una herramienta para garantizar el correcto cumplimiento de las actividades escolares y laborales de todas y todos los integrantes del grupo familiar.

3. Acondiciona un lugar para trabajar 

Ya hemos dicho muchas veces que la formación online y el teletrabajo llegaron para quedarse. Oscar Peréz, uno de nuestros profesores colaboradores, nos hizo la siguiente recomendación: “Preparar, en la medida de los posible, un espacio de la casa para trabajar”.

Un espacio en el cual se puedan realizar las actividades online de forma confortable y con todos los recursos necesarios, no solo un ordenador o tableta, sino con un punto eléctrico y buena conexión a la WIFI. También son importantes una buena iluminación y una mesa/escritorio y silla que cumplan mínimamente con las normas de ergonomía , dado que ellos/ellas pasarán mucho tiempo allí. A ello deben añadirse el material de clase, bolis, rotuladores, libros y libretas accesibles en cualquier momento, así como agua para hidratarse en todo momento. 

Es importante que el sitio elegido sea siempre el mismo, la rutina es importante, libre de ruidos y distracciones para ella/él. 

Una gran idea es hacer una prueba de cámara y sonido antes de comenzar. Verificar cómo luce todo: ¿Me veis bien? ¿Estoy en contra luz (de espaldas al sol)? ¿Hay buen retorno en el micro? ¿Existen algunas interferencias u objetos que puedan generar distracciones?

Evalúa si hay objetos decorativos y de mobiliario que estarán incluidos en el encuadre: ¿Es necesario o no quitar esa foto familiar? ¿Es seguro? pueden o no distraer a los demás integrantes de la clase. Pensemos siempre que al momento de trabajar online y ponerse delante de la pantalla, el lema «menos es más» tiene que ser nuestro lema al momento de pensar en nuestra imagen de fondo.

4. Los horarios y recursos son importantes 

Crea o integra herramientas que apoyen a la familia a organizar las actividades. Eso incluye pensar en cómo éstas pueden o no interferir con las actividades online de las demás. Más de un integrante de la familia necesitará trabajar o estudiar online; y ello puede crear interferencias y distracciones.

No es un asunto sencillo. Los recursos tecnológicos pueden ser limitados y la conexión a internet deficiente. De allí de la importancia de la organización y del respeto a los espacios. Hemos visto montones de videos donde irrumpen en las videollamadas algún integrante despistado de la familia. Preguntémonos: ¿queremos que eso nos ocurra en casa?

5. La rutina y los hábitos 

Así como ir a clases presenciales es asistir a clase online; aunque eso se nos olvida. Lo digo por experiencia propia.

Como madres y padres debemos garantizar que nuestras hijas/hijos se conecten puntualmente a clase, duchados, correctamente vestidos y con el estómago lleno.

6. Solicita información sobre la tecnología proporcionada por el centro educativo para la formación online

Como padres/madres es importante conocer la plataforma que se utilizará para la formación online de nuestros hijos/hijas.

Debemos familiarizarnos y poder hacer seguimiento de las actividades que van realizando, los trabajos planificados y entregados, y leer las recomendaciones hechas por las tutoras/tutores.

Por otra parte nuestros hijos/hijas pueden obtener acceso a tecnologías digitales de almacenamiento en la nube por primera vez en la escuela y es posible que como padres/madres no estemos familiarizados con estos recursos y con las medidas de seguridad a implementar.

7. Comparte con ellos la medidas de seguridad en Google Docs

Durante el confinamiento muchos docentes echamos mano de las herramientas colaborativas de Google, entre ellas  “Docs” y “Clasroom”. Estas herramientas se popularizaron y muchos niños vieron en ellas una oportunidad para realizar sus deberes escolares y proyectos en grupo.

Sabemos que los niños/niñas son increíblemente creativos y han logrado convertir Google Docs en un centro de comunicación y ciberacoso. Los chat dentro de esas herramientas también han sido una vía inesperada de ataques. Algunos han utilizado capturas de pantalla de las videoconferencias para ridiculizar a docentes y compañeros/compañeras de clase. Ampliaremos este tema en una futura entrada.

8. Contraseñas seguras ¿seguras?

Las contraseñas es un tema que nos ocupa y preocupa. Debemos proporcionar a nuestros hijos/hijas de recomendaciones y técnicas para garantizar su seguridad y resguardo.

Las contraseñas nos permiten proteger el ingreso a nuestra computadora/laptop/tableta/ o acceder a determinados servicios en Internet. La seguridad en el acceso y el resguardo de nuestra información almacenada son fundamentales.

Recordemos que a través de nuestro ordenador accedemos a servicios de almacenamiento en línea en los que no sólo guardamos fotos y videos de nuestros viajes, sino también muchos datos de índole personal, como nuestra dirección, números de contacto, así como números de tarjetas de crédito y demás.

Es vital que las contraseñas que usamos sean «seguras y fuertes».

Más de un adulto utiliza contraseñas fáciles de adivinar; apuntan y dejan en un lugar visible con la excusa de tenerlas a la mano en caso de olvido. Como hemos dicho tantas veces, nuestras chicas/chicos copian todo lo que hacemos. Si para nosotros no es importante resguardar las claves de acceso a nuestras cuentas en redes sociales y correo electrónico, para ellos/ellas tampoco lo será.

La contraseña o password sirve para autentificar al usuario, es decir, es utilizada en el proceso de verificación de la identidad del usuario ante cualquier servicio que lo requiera, asegurando que esta persona sea realmente quien dice ser.

Si otra persona tiene acceso a nuestra contraseña, podrá utilizarla para hacerse pasar por nosotros en cualquier actividad que realice en Internet.  

Los casos de suplantación de identidad “online grooming” (acoso y abuso online) crecen cada día y sus consecuencias pueden ser devastadoras. De allí la importancia de enseñar a nuestros hijos/hijas o alumnos/alumnas a ser cautos y no compartir datos personales en la red.

Se conoce como grooming cualquier acción que tenga por objetivo minar y socavar moral y psicológicamente a una persona, con el fin de conseguir su control a nivel emocional.

Durante los meses de confinamiento en España se dispararon los casos de grooming a cifras alarmantes.

Muchos niños, niñas y jóvenes, como muestra de confianza, amistad, prueba de amor, confían sus contraseñas a sus compañeros/compañeras. Parecerá una tontería, pero suele ocurrir y es más común de lo que pensamos. Por nada del mundo ellos deben compartir sus contraseñas de acceso a su vida online y ello incluye las plataformas de  enseñanza. Solo sus madres/padres, adultos responsables o bajo custodia deben saberlas y resguardarlas. Debemos tener claro que en Internet es muy fácil que alguien se haga pasar por quien no es.

9. Cierra sesión, estés dónde estés

Un tema recurrente en clase u otros espacios donde el dispositivo de conexión es compartido, es el inicio y cierre de sesión de las plataformas de trabajo. Ahora trasladamos esta responsabilidad a los padres/madres. 

Incorporemos ese hábito al trabajo diario. Comentemos la importancia de resguardar nuestros datos.

Dejar una sesión de Google abierta en el ordenador o tableta, es como dejar expuesta al mejor postor nuestra vida online: bandeja de correos, contactos, documentos, fototeca, videos, las búsquedas realizadas, los lugares que hemos visitado y demás datos susceptibles de ser utilizados para avergonzarnos o cometer alguna pillería. 

En una ocasión un alumno de un instituto dejó su sesión de correo abierta en un ordenador,  sus compañeros enviaron un mensaje desde su e-mail a todos sus contactos comentado que había decidido utilizar esa vía para confesar su orientación sexual. Otro caso muy grave fue el de una docente que cometió el mismo fallo: uno de los técnicos de red del colegio donde trabajaba quiso darle una lección y envió un mensaje a su jefe inmediato en el cual le confesaba algo más que su admiración.

10. Refresca tus conocimientos en herramientas de videoconferencia

Han pasado algunos meses y nos toca volver a establecer contacto con docentes, compañeros/compañeras de clase a través de esta vía. Descarga las últimas versiones y repasa en casa y en clase las «Netiquetas«. Ver entrada sobre Netiquetas para videoconferencias

Contacta con el centro educativo para estudiar las medidas que han establecido para evitar posibles casos de ciberacoso y violencia escolar «bullying» a través de este medio de comunicación. De no existir puedes proponer una «comisión de trabajo» en ese tema.

Muchos docentes nos sentimos sobre exigidos durante una clase online: debemos controlar el material multimedia que estamos compartiendo, mirar a la cámara, lucir naturales y ser coherentes en el discurso; además atender posibles consultas vía chat o a través de otras plataformas, mantener contacto visual con todos y todas los alumnos y alumnas conectados y conectadas, controlar si alguien apaga la cámara o sale de la clase, leer qué escriben en el chat, si hacen o no una captura de pantalla no solicitada. Y muchas más que van surgiendo y que dependerán de la naturaleza de cada asignatura.

La profesora Sabrina Pinto, docente y especializada en TIC, nos comentó en una entrevista reciente la ventaja de incluir en cada videoconferencia la figura de un/una “anfitrión/anfitriona“. Esta figura, probada por ella en clase con éxito, apoya en el control disciplinario del alumnado asistente a la actividad y cumpliendo con las Netiquetas establecidas por el centro educativo, vela por el uso responsable y contextualizado del chat, la realización de alguna captura de pantalla innecesaria, entre otras.

Si no se cuenta con personal docente disponible podemos proponer la creación de un grupo de personas voluntarias que pueden estar integradas por: madres/padres, un alumno o alumna de prácticas o en labor social. 

El regreso a clases ha sido, hoy más que nunca, motivo de estrés y ansiedad para todas y todos. Esperamos que este puñado de recomendaciones sea útil y despierte en cada casa y escuela el debate y la curiosidad por implementar aquellas medidas que más se ajusten a cada realidad y organización familiar, seguiremos compartido experiencias. y contenidos para convertir internet en un lugar seguro.

Desde ElTeclas os animamos a dejar vuestros comentarios y experiencias, para nosotras/nosotros son de gran valor.